sábado, 10 de septiembre de 2011

Comé tranquilo Jesús

-¡Comé tranquilo Jesús!

He ahí el comienzo de este viaje un poco trágico, siendo víctima de las circunstancias, situación que me tocó vivir pasadas las 12 del mediodía, el calor entrando por mis poros extraía las pocas reservas de sodio y potasio que quedaban en mi organismo, usados por el mismo para combatir la furia de la temperatura causada por el sol inclemente de las costas de Maracaibo, una franela mojada del sudor delataba el despilfarro de líquidos por parte de mi cuerpo, un estómago vacío, entonaba en una sublime armonía, una melodía que pedía su recarga, el hambre controlaba mis pensamientos.

Ahí estaba yo, contra el mundo, en ese pequeño establecimiento, un poco menos caluroso que el hostil ambiente que se suscitaba en las afueras, vendiendo productos lubricantes para automóviles, Toda la mañana atendiendo clientes, apurados, malhumorados, con la necesidad de ser despachados lo antes posible, me obligaban a correr de un lado a otro, hundiendo parte de mi cuerpo en el pequeño infierno que generan los motores de los automóviles, las manos llenas de grasa, sudor y polvo realizaban el trabajo requerido, unas cuantas docenas de cajas dejadas por proveedores fueron guardadas e inventariadas por mí, poco a poco se fue agotando mi energía, en lo que se supone es una tranquila mañana de trabajo.

Tomé un aire al sentir que podía dedicarme a almorzar y poder saciar las ganas, me dirigí con mis platos hacia el microondas, unos espaguetis sin sabor, acompañados de un muslo de pollo al borde del congelamiento, lo metí en el microondas le di 7 minutos a toda potencia y esperé inmóvil frente a él, 7 minutos que parecieron 7 horas, todo el tiempo que duró la mañana, una eternidad, mis ojos seguían con atención el giro del plato, mientras los rayos a alta frecuencia excitaban los átomos de hidrógeno, mi mente visualizaba estos fenómenos físicos, ¿y que mas podía hacer?, tan solo tenía fuerzas para pensar y solo pensaba en lo que le ocurría a mi comida mientras estaba dentro del microondas.

PIN, Sonó la campana del horno, indicando el fin del tiempo predispuesto para calentar, ya para el momento eran las 12:46, saqué el suculento plato invertí otro poco de energía para adentrarme en la oficina del negocio y degustar el plato. Desempaqué el tenedor, rocié queso en los espaguetis, dentro de mi boca había un mar de saliva que esperaba con recelo bañar cada bocado de comida, mis manos hallasen temblorosas mis ojos desorbitados, al fin era el momento, mi sufrimiento estaba por acabar, tome el tenedor como un puñal lo metí en los espaguetis le di vueltas, parecía un cocodrilo desmembrando a su presa, llené el tenedor lo subí poco a poco a mi boca, el olor caliente preparaba mis sentidos para disfrutar de un banquete, la boca cada vez mas desesperada por masticar, cuando se va abriendo se escucha un estruendoso ruido.



-SEÑOOOOOR, ¿QUIEN ATIENDE AQUII?



Hubo un cortocircuito en mi cuerpo, ¿cómo se puede interrumpir tan sublime acto de una manera tan cruel? (me pregunté), se suspendió el almuerzo, debía cumplir con mi deber y atender a la cliente que llamaba afuera, salgo con una tristeza pensando todavía en mi comida, cuando de pronto llega mi padre y me dice:



-Tranquilo Jesús, yo la atiendo ¡COMÉ TRANQUILO!

"Comé tranquilo", aquella frase trajo un regocijo a mi ser, el ánimo me volvió, y de nuevo me dispuse a comer, pero mi segunda oportunidad fue frustrada con otro grito



-JESUUUUUUS



Era mi padre, necesitaba ayuda, llegaron mas clientes, salí a atenderlos, eran de esas personas indecisas, que necesitan pensar bien sus compras, tener la opinión de otros, sentir algo de apoyo, seguramente este comportamiento fue causado por algún trauma en su infancia, mientras perdía mi tiempo con el de ellos, mientras se decidían y me hacían explicarle las funciones de los 999 aceites que les gustaban, veía como los envases de aceite me miraban y se reían, sus macabras muecas me repetían una y otra vez: -"Comé tranquilo Jesús, Comé tranquilo"



Al cabo de muchos minutos se deciden los clientes a comprar, solo deseaba que se fueran para poder comer de una vez, antes de ellos irse llegó un cargamento de gaseosas, mi agonía crecía con cada minuto, y sabiendo que debía acomodarlas, meterlas en el inventario digital, sacar a exhibición, no dejaba de pensar en mi comida.

Hice mis tareas, ya podía proceder a comer, caminé a la oficina como si en ella aguardara un tesoro, cuando voy entrando se escucha un fuerte golpe -PUUUM!- un traquido de huesos y un fuerte dolor en los dedos del pie, me decían que me había golpeado con el borde del marco, caí al suelo, retorciéndome por el piso, maldiciendo, y dejando salir una lágrima por un largo rato, traté de reponer mi ánimo y me senté a comer.

Al fin, ahí estábamos, mi comida, mis manos sucias, mi dedo del pie casi fracturado y yo. Respirando hondo anhelando cada minuto mas y mas esa comida, escucho un grito cual general llamando a sus soldados



-JEEESUUUUUUS.



Era mi padre, fui a su presencia para saber que necesitaba, me informó con un tono aterrado y un aire de ira que hacía falta una mercancía, el inventario digital no coordinaba con la existencia física de un producto, mientras lo miraba recordaba esas palabras minutos antes dichas por él "Comé tranquilo Jesús, Comé tranquilo".

Me dispuse a hacer un recuento de lo que había vendido, revisar facturas, recordar clientes, etc., Al cabo de unos minutos se resuelve el problema, curiosamente no me fui a comer de una vez, fui a la salida del recinto y vi en la lejanía, del otro lado de la autopista, unas personas debajo de un frondoso árbol de nim, resguardándose del sol con la sombra que este les obsequiaba, todos con gestos de alegría tranquilidad, sí, esa que me faltaba a mí, estaban comiendo disfrutando de su almuerzo, había olvidado ya que estaba "comiendo", tanto estrés me había quitado la necesidad que sentía de comer, pero mi cuerpo lo necesitaba, los ácidos gástricos estaban atacando las paredes estomacales como en una huelga, reclamando comida y si no se les tomaba en cuenta harían estragos, siendo yo responsable del cese de aquellos actos de vandalismo, me dispuse a cumplir sus pretensiones.

Ya casi fría, la comida esperaba por un dueño, por un delator, alguien que la hiciera suya y poder descomponerse en sus entrañas, un poco despistado por las interrupciones, me dispongo nuevamente a alimentarme, el tenedor ya servido, lo levanto, es testigo de una mezcla de sed, hambre, cansancio, desespero y una creciente frustración, me detuve por un segundo, esperando que algo me interrumpiera, pero no, esta vez estaba libre el camino, así que procedí a comer, en ese momento escuché un grito de desespero:



-JEESUUUUUUUS!



Por alguna razón extraña no me sorprendió, pero de igual manera mis tímpanos retumbaron, cerré mis ojos, respiré y me dirigí al sitio donde me llamaban, mareado ya casi sin poder ver.

Una emergencia, la computadora que hace las facturas estaba teniendo problemas, nadie mas ahí tenía un poco de conocimiento sobre manejo de PC's y no se arriesgaban a reiniciarla.





-¿Verga pero por qué no la acomodáis? (le pregunté a mi padre).



-Vo sabéis que yo no sé andar esa vaina, de verga y sé hacer facturas.



Respondió así mi padre, dándole una mirada extraña a la pantalla de la computadora, como si fuera la primera vez que contemplara una, me dispuse a tratar de acomodar el problema, la falta de concentración causada por la hambruna me hizo tardar mas de lo normal, 2:24 marcaba la PC, y el almuerzo esperando por mí, o yo esperando por el almuerzo, de cualquier forma era una amarga situación, al final de cuentas, terminé reiniciándola, una decisión nada grata ya que pude haberme ahorrado muchos minutos reiniciándola desde el principio.

En fin Casi a las 3 de la tarde, después de desconectarme del negocio, del mundo, decido ir a la oficina, allá estaría muerta de afán la comida esperando por mí, al cruzar la puerta, me encuentro de frente con un individuo, yo un poco mas asustado que él, pero con la misma tensión, mirándonos a los ojos, los dos teníamos el mismo objetivo (mi almuerzo), al momento se me vinieron algunas imágenes a la mente, flashes de películas de Hollywood, dos vaqueros en un enfrentamiento a muerte, con los reflejos afilados, pendientes del mínimo movimiento, la corriente eólica se sentía, la respiración de ambos se escuchaba como una fuerte tormenta, la sangre fluyendo mas rápido de lo normal, él movía sus bigotes de una forma intimidante, y a sabiendas de que no era suyo el objeto a reclamar, estaba decidido a quedarse con el botín.

Como un rayo nos lanzamos al plato, mayor fue mi impresión cuando vi su extrema agilidad, velocidad y precisión, llevándose la presa de pollo y botando en el piso el espagueti, desapareció con el mismo misterio que apareció, no me dio tiempo de abrir mis puños, ni de poder pestañar, cuando digerí el momento me di cuenta que estaba ya sin comida, con las paredes estomacales irritadas por el ácido clorhídrico que esperaba para deshacerla, ese maldito GATO acabó con mi última esperanza de saciar mi deseo.

Cabizbajo, mareado, con pequeñas quemaduras en las manos, sollozado, sin esperanzas ya de poder almorzar y con una lágrima a medio salir de mi ojo, recordaba el único momento del día en el que sentí algo de placer, el momento que me devolvió algo de alegría, justo ahí cuando mi padre me dijo “COMÉ TRANQUILO JESÚS, COMÉ TRANQUILO”


Que tengan todos buen provecho!













Jesús Zambrano

lunes, 6 de diciembre de 2010

Extraña Cotidianidad

El costo del placer es un vacío sin alegría
La seducción se vuelve absurda y llena de agonía
Los sentimientos no respiran con encuentros casuales
Donde gozar y pensar en otra son los básicos rituales

Un estudiado protocolo se abre camino al teatro
Fingiendo orgasmos arreglados y nada baratos
Usando esas caretas de los amantes perfectos
Escondiéndonos tras el telón del maldito despecho

Somos Atletas de la cama que buscamos un trofeo
Nombrando al altísimo sin necesidad y siendo ateos
El amor lo dejamos escondido en nuestras casas
Evitando el dolor cuando de nuestras manos escapa

En el cuarto de hotel caen las costras de las heridas
El masoquismo nos controla y volvemos a abrirlas
Sangrando nuestras almas, entregados al pecado
Las esperanzas de otro amor ya las hemos agotado

Corro de prisa tratando al compromiso huirle
Cuando el Fantasma de la soledad me persigue
Una encrucijada con opciones desagradables
Probando para saber cual se hace mas pasable

Al final de la noche unos chicles en el bolsillo
Una caja vacía de condones y un jabón sin brillo
Cuerpos satisfechos, almas sin poder decir
Que no quieren repetir la triste historia sin fin



Jesús Zambrano


martes, 9 de noviembre de 2010

Encuentro fugaz

Tentar lo prohibido oscurecer el destino, pulso cortante de ideas y nuestra mente se desbloquea, nos apodera el cerebro reptil y acaricio tu cuerpo sutil, el camino está abierto sin ataduras este encuentro provoca un pecado sin cura, remolinos en la cama la luz desentonada, un amor eterno que dura lo que dura la madrugada.


Jesús Zambrano

lunes, 1 de noviembre de 2010

trato o truco

La luna me observa al pasar
La oscuridad me quiere atropellar
la pesadez que sube por mis pies
llega a mi cabeza y me pone de revés


Una lechuza me saluda con su chillar
Los fantasmas me vuelven a encontrar
voces en mi cabeza no callan y me doy cuenta
Que desde que estoy contigo la vida me atormentan


Me despiertas con inciensos en la mesa
Desayuno sin paz y sin cerveza
Esto no es lo que buscaba del amor
Salí de Guatemala y estoy en Guatepeor


El muñequito de vodoo que me diste
Hasta el tabaco feo que me leiste
Hasta cuando tú y tu brujería
Vete y no vuelvas mas nunca vida mía

Jesús Zambrano



sábado, 18 de septiembre de 2010

Motel Socialista

Motel socialista, donde el pueblo podrá crear la generación futura de revolucionarios, el motel socialista les ofrece el peor servicio, aquí podrá hacer las mejores colas para entrar, pero si quiere entrar rápido no se olvide de pasar dinero bajo cuerda, en los moteles socialistas encontrará los mas precarios cuartos de baño, no habrá papel sanitario ya que eso es consumismo, para solventar esto tendrá un baldecito de agua y una tasita patrocinada por margarina SADIA, un televisor, un reproductor de DVD donde podrá observar la colección mas completa de aló presidente para que sean mas cultos a la hora de hacer el acto tu y tu pareja, los murales de los cuartos están espléndidamente adornados con imágenes del ché, de Chávez sonriendo y picándole un ojo de forma sexi, no puedes perderte esta promoción aprovecha que los primeros días habrán toallitas de tela traídas desde Bolivia, PERO ESO NO ES TODO, con el pago de la habitación tienes un ticket para retirar un condon bolivariano rojo con una imagen de la cara de Chávez en la punta para que su pareja sienta como Chávez se lo mete por todos lados (literalmente) y al salir nos veremos obligados a retirarles una colaboración para el financiamiento de las campañas electorales del partido PSUV y si queda alguito por ahí usted estará ayudando a los hospitales de Nicaragua, Bolivia, etc. que le falta alcohol y otros insumos.

No lo piense mas, te invitamos a pasar por nuestros moteles socialistas y disfrute de las mejores noches revolucionarias.

(Ciertas condiciones se aplican, promoción notificada al indecu)




Jesús Zambrano

domingo, 5 de septiembre de 2010

La niñita de mi barrio

La niñita de mi barrio juega a las muñecas
Con su gran inocencia se cría en su rancho
Corriendo en la tierra solo en pantaletas
Toda despeinada y en su cabeza un gancho

Vive de ilusiones sin saber que le espera
En ese mundo diminuto que la rodea
Va al colegio cuando su mami la lleva
Y se roba dulces sin que nadie la vea

El andar andrajoso que la acompaña
Reflejando el mar vivir insensato
Mostrando esa cara de la triste realidad
Formado por uno que otro harapo

Las malas palabras abundan en su hablar
Como juego de niños se ríen de su gracia
No importa que no sepa leer ni restar
Ni tampoco un léxico en abundancia

Su día a día lo vive viendo pistolas
Debes manejarlas bien así seas bruto
En cada esquina hay un puesto de drogas
Gracias a esas cosas hay eterno luto

Un ajusticiado hoy unos robos mañana
Es el panorama en que crece la dulce niña
No es lo mas idóneo para crear una dama
Y menos que se la pase de riña en riña

La niñita de mi barrio no conoce a su padre
Solo muchos caminantes que se alojan en su casa
Cada uno es una aventura que tiene la madre
Todos no reúnen el potencial para entrar a la nasa

La niña va a fiestas los fines de semana
Entre baile, cigarros, alcohol y algo de drogas
Se extienden las reuniones hasta La mañana
Mientras siga la energía el fin no tiene hora

Sus allegados la ven cada vez mas bella
Ella duda insegura a cuál de todos elegir
La mayoría de las opciones ya conocen las rejas
Esto los hace atractivos aunque tengan mal vivir

Por fin la niñita ha dado el primer beso
Ya tiene un noviecito que la hace suspirar
Entre risas, regalos y cartas de anexo
Muchas flores de primavera han de brotar

La madre descuidada no le da consejos
Esta muy ocupada con sus vicios y romances
Perdiendo el dinero de modo pendejo
Entre sus hobbis y su hija no tiene balance

Hace bastante rato la niña dejó los estudios
Para ella es una perfecta pérdida de tiempo
Ella no aspira por buena vida ni lujos
Es feliz matando el hambre por el momento

Algo pasa en la niña se siente preocupada
No es agradable cuando el periodo se atrasa
Porque un bebe no era lo que ella anhelaba
Y ya no hay espacio para otro en la casa

Siente en la garganta una espada
No sabe como decirle a la madre
La ropa le queda mas apretada
Aunque a veces ha pasado hambre

Decide escaparse de su casa
Buscando una vida con el novio
Saben que las ilusiones pasan
Pero se dicen te amo y ti voglio

La niña tuvo una bebe y le puso maría
Viven en otro barrio muy peligroso
Ya la dulce niña no es tan niña
La amargura está llegando a su rostro

Los días son una danza para sobrevivir
Buscando la comida el pan de cada día
El esposo siembra un mal porvenir
Matar y robar es su macabra homilía

Un día se inició un tiroteo en su hogar
Abrazó a la bebe para proteger a su hija
En medio del caos se escucha alguien gritar
A la niña la sorprendió una Bala perdida

Lágrimas en los ojos se despiden de esta vida
La bala la ha alcanzado en un órgano vital
Sufriendo y llorando se desmorona en la agonía
Hasta que su salvaje corazón deja de palpitar

Es la triste historia de la niña de mi barrio
Que se cría en esa burbuja de mal vivir
Es un gran problema que se vive a diario
En este país y en muchos por allí.



Jesús Zambrano

sábado, 21 de agosto de 2010

Recuerdos...

El preludio de esas canciones de antaño con arpa, cuatro y maraca transporta mi mente hacia aquellos días donde el olor del café de la mañana y el sonido que emitía ese radio viejo y destartalado me despertaban y mi bella madre esa vieja , luchadora, chiquita pero con fuerza, amor y coraje de gigante me bañaba y me vestía para ir a el kínder, ahi pasaba mis mañanas entre risas, juegos y alegrías, esos tiempos donde las estaciones del clima no regían mi estilo de vida si no las temporadas de trompos, metras, emboques y petacas junto a mis compañeritos de calle vivíamos sin esas preocupaciones triviales que ahora nos atormentan, en estos días veo en mis primitos todas esas cosas que viví.


Algún día cuando esté viejo (si es que llego) estaré recordando estos días de juventud de libertad y ojala que al igual que ahora recuerde lo feliz que soy y todas las cosas que hice para lograr esta felicidad...



Jesús Zambrano